lunes, 3 de agosto de 2009

55 años de amor

Como les vengo contando, esta es la primera vez que festejo algo con mis abuelos. Como dice el titulo, 55 años de amor. Es eso, lo que hoy les quiero contar como dos personas fueron golpeadas en la vida, pero siempre el amor los mantuvo juntos en las buenas y en las malas.

Esta historia, es una verdadera historia de amor.

Mi abuelo Rubén, es descendiente de los primeros tres Fontana que llegaron a Entre Ríos, desde cerca de Trieste Italia. Ellos fundaron lo que es hoy Villa fontana. Mi abuelo se crio en Viale (ER), le gusta el turismo carretera y era de profesión camionero y radical hasta la coronilla. En cambio mi abuela Chela, sería como se dice, en joda hoy, la chiquita de la puta oligarquía. El apellido de la abuela, es Dearve Bovier, de origen Suizo y Francés, y si se quieren morir les cuento que es prima hermana de Jacqueline Kennedy. La cuestión que eran dos hermanos los Bovier uno se fue a EE.UU. (tan mal no le fue) y el otro se quedo en Entre Ríos. La abuela Chela se crio también en el campo, y en Viale se conocieron. Mi abuela tenía 22 años y mi abuelo 19 años, cuando se casaron. Pero antes estuvieron un año y medio de novios. Allá en los años 50. A me olvidaba, mi abuela peronista hasta la coronilla.

Ellos vivieron un tiempito en Viale, donde tuvieron tres hijos. Edgardo el mayor, Lili la del medio (mi mama) y mi tía Sil la chiquita. Les cuento que eran un matrimonio humilde y unido. El abuelo transportaba huevos con el camión, pollos, traía papas de todo un poco, para vivir. Como las cosas no iban bien en el pueblo decidieron, empezar a emigrar, pero siempre dentro de Entre Ríos. Las cosas empezaron a mejorar en un tiempo, cuenta la tía Sil, que hasta se pudieron comprar el juego de comedor. Luego el abuelo consiguió un buen trabajo en Buenos Aires, en Caseros. Se vinieron con los tres hijos se montaron su casita, hasta se podían traer los sobrinos de Viale, que querían venir a estudiar en Bs As. Hay en Caseros existía un grupo de toda gente de Entre Ríos, eran más o menos, tener el pueblo en casa.

Gracias a ese grupete de entrerrianos, es que se conoce mi mama y papa. Pero eso es otra historia de amor que ya les contare.

Siguiendo con los abuelos, les cuento que de los 55 años de casados, 30 años fueron terribles. Pues falta mama. Y también un tiempo fue más amargo porque el tío estaba en España. La tía Sil fue la compañera. Como se darán cuenta, llegamos al 17 de julio del 2009, que es la fecha de su aniversario. Con dolores. Con amor. Con diferencias. Pero con lo mejor que puede tener una familia. Unidos.

Me gustaría que esta historia de amor, les sirva.

Porque si te caes, cien veces te levantas,

Otras cien,

Otras mil,

Otras 500,

No han de ser,

Tus caídas tan violentas,

Ni tampoco por ley,

Han de ser tantas.

Como siempre los quiere Alejandro Pedro Sandoval Fontana. Hasta la próxima.

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