domingo, 9 de agosto de 2009

Sin ánimo de ofender (caminos desviados)

El sábado, pude hablar y escuchar, a una de las personas que mas guarda en su memoria y en papeles los recuerdos del atlético.

Y este querido compañero y amigo, no se le desvió el camino. Tiene las mismas ideas puras que nosotros, los pibes de la plaza. Pero el tiene también, una piedra en el corazón. Pues esto de la plaza y la recuperación del atlético, nació en un barcito del centro por el año 1984. Donde se reunían algunos, recordaban a otros y hacían la cadena. Luego se metió la gente de San Telmo (lindo barrio) comprometido con nuestra cultura y nuestras raíces.

La idea era tan prolija, que no tenía ni un cabo suelto, caminaron, golpearon puertas y formaron la comisión del atlético. Sin dejar a nadie, de buenas intenciones a fuera. Porque eran un grupo de gente, con ganas de contar una parte de la historia argentina, para nosotros. Pero luego, un gran pulpo, ataco el cerebro de algunos y empezaron a tejer, la historia desde otro punto. Sin escuchar a nadie, utilizando el despotismo (despotismo = persona que emplea ordenes sin consultar o monarca), como su mejor herramienta para llevar la memoria a sueldo de ministros. Es así, como estas personas del IEM (Instituto Espacio para la Memoria) se están quedando solas. Debo agradecer a una de ellas, que a pesar de tener sueldo de ministra, a testiguo en el juicio, de este humilde ciudadano hijo de desaparecidos, pero les voy a recordar que nosotros la nueva sangre, no le debemos nada a nadie.

Si se cree, que porque estuvo con mis viejos, es la dueña de la historia de mis papas, está muy equivocada. Yo no sé, como serian mis viejos o los compañeros de mis papas, que no están hoy de más viejo o como pensarían. Pero creo que por los principios que tengo, mis viejos pensarían igual que yo. Y no se callaría nada.

Voy a tocar, voy a golpear, voy a derivar, los muros que separan esta generación, de las personas que se creen dueñas de la historia. La plaza es nuestra. El atlético, también es nuestro. Así lo decreto el gobierno de la ciudad, con ayuda en aquel entonces del intendente Ibarra. Cuando digo nuestro, es de todos y de los que vendrán.

Si en algo te ofendí, mi querida “testigo”, te ruego me disculpes. Me siguen indignando las mismas cosas que a mis viejos.

“tu camino esta desviado”

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